EN EL MEJOR DE LOS CASOS… (ALUCINANDO CON LOS PREMIOS CONACINE)

No tengo nada contra los ganadores del último concurso de CONACINE… ¡Bien por ellos! No he concursado y por ahora no me interesa hacerlo. Es cuestión de coherencia. No estoy de acuerdo con la manera en que se realiza el concurso y según algunos críticos no tengo siquiera el derecho a opinar sobre la ley y los mecanismos del cine peruano. Bueno eso dice un crítico de ojos jaladitos, aunque me imagino que muchos piensan como él.

Como me llega altamente lo que puedan pensar algunos tontuelos que por escribir en una revista o diario creen haber adquirido la franquicia del cine peruano, me decido a hacer un pequeño experimento. Se trata de una simple operación poniéndonos siempre, y positivamente, en el mejor de los casos. Eso sí, sin dejar de ser realistas.

Digamos hipotéticamente que decido concursar con un guión en el concurso CONACINE 2008.

En el mejor de los casos… tendré la buena idea de escribir algún guión con valor antropológico que enaltezca nuestros valores como peruanos. Digamos que le pongo “Punta Sal” y decidido filmarla en las paradisiacas playas, las preferidas de nuestro ex presidente Toledo…

En el mejor de los casos… la película tendría distribución internacional, entonces podría colaborar con el turismo del Perú….

En el mejor de los casos… PromPerú estaría interesado en apoyarme…

En el mejor de los casos… me daré cuenta de que con ese título van a decir que soy pituco… y si por ahí se me ocurre convocar más actores blanquitos que morenitos o trigueños, dirán que soy racista… Mejor busquemos otro tema... si explora lo andino mejor… Al parecer los ilustres de la cultura tienen apego a esas historias… ¡Ya está!… “La Apacheta”… El montículo de piedras erigido en honor a la Pacha Mama es un buen pretexto para narrar una historia de amor y mucho celo… así como dice Otelo… Además tiene un inminente arraigo nacional. ¡Perfecto! Empiezo a escribir y luego de algunos meses de intenso trabajo por fin termino…

En el mejor de los casos… la historia tendrá una clara tendencia al drama… describe ciertos rasgos oscuros de nuestra realidad… tiende a presentar paisaje hermosos... todo en medio de una historia emocionalmente intensa… pero sin perder de vista el aire casi documental y antropológico que posee… “La Apacheta” parte con posibilidades y eso me pone aún más las pilas…

En el mejor de los casos… me daré cuenta de que no sólo es importante la historia, la idea, el estilo visual que tengo en mi cabeza, el carácter casi documental… Necesito a alguien que corrija la gramática… Que le de un vuelo literario… una redacción impecable… un estilo narrativo único… Por un momento pienso, “¿pero este es un concurso para hacer películas o para hacer libros?”… A estas alturas no me voy a poner a reclamar… ¡¡¡A buscar un escritor!!!…

En el mejor de los casos… conseguiré dinero y podré contratar uno bastante experimentado… ¡Excelente!… la parte narrativa la tengo resuelta… Los ilustres de la cultura encontrarán no sólo una redacción impecable si no un estilo barroco, costumbrista muy bonito y original… Si ganó le daré un bolo adicional… ¡Se lo merece!… Y si no, pues publicaremos el libro… Por ahí ganamos un premio literario… Nunca se sabe…

En el mejor de los casos… me pasarán el dato de un lugar donde sacan copias a 0.03 soles la página… Felizmente algo me queda de la rebaja que me hizo el guionista ducho... Vale la pena… Ahora a conseguir una productora que avale el proyecto…

En el mejor de los casos… conseguiré un amigo, que tiene un primo, que tiene una ex enamorada que ahora está casada con el dueño de una pequeña productora… Nunca ha hecho una película, pero como cualquier productor que se precie tiene el sueño de hacerlo… La idea de “La Apacheta” le gusta, pero me dice que no cree que sea una película comercial… que el público quiere divertirse, que para hacer industria deberíamos pensar en historias que el público aprecie y consuma… Como buen empresario me dice que para que el cine peruano crezca primero tenemos que construir una industria… Le doy la razón… a mi también me gusta Star Wars, Indiana Jones, Duro de Matar, Spiderman… pero le digo que el Conacine no piensa así… que si presento un guión de terror, comedia o lo que fuera no voy a ganar… Lo convenzo y le pido que no se preocupe que yo me encargaré de todos los trámites… él no pierde nada… sólo pondrá el nombre de su empresa, lo que ya de por si le da cierto prestigio... Si ganó obviamente tendremos trabajo pagado … “¡Trato hecho!”, me dice…

En el mejor de los casos… este productor tendrá amigos dentro del medio… Me dará algunos datos y finalmente tendré el contacto de actores, técnicos, efectistas, quien sin mayores explicaciones, y en un afán por apostar por un próximo trabajo (de esos que hacen falta), firman un compromiso… Claro, yo les digo que es por el cine nacional y ellos, aunque me creen a medias, firman principalmente esperanzados en trabajar en lo que les apasiona…

En el mejor de los casos… entregaré el guión en la fecha y hora estipulada y conseguiré llamar la atención del jurado gracias al nombre “La Apacheta”. Los ilustres, al leerlo, observarán, sus cualidades literarias. Con metáforas, aforismos, trabalenguas y palabras rebuscadas, el caro guionista hace que mi guión se vea cultísimo... “¡Impecable!”, dirá algún culto jurado… Eso sí, ando un poco preocupado por una escena que demanda millares de extras y de otra con algunos efectos visuales, que se verán como parte de una alucinación del personaje… me preocupo porque no sólo es un premio al guión si no a proyectos viables… ¡Viables!, es decir realizables en el corto plazo (CONACINE pone un límite de tiempo para que se cumpla su realización). Luego me río… No tengo de qué preocuparme… Además, la escena está dentro de la cotización de trescientos cincuenta mil que he presentado… Además que saben los notables de presupuestos… Si lo supieran sabrían que, a estas alturas, más caro que filmar es post producir…

En el mejor de los casos… ganaré el premio... festejaré hasta la madrugada… y pronto tendré el dinero correspondiente depositado en mi cuenta… Cerca de cien mil dólares… A esas alturas “La Apacheta” es una realidad… ¡Haré mi película!

En el mejor de los casos… no tendré problemas de dinero… con cerca de cien mil dólares en el bolsillo habría que ser bien tonto para complicarse… Cuando tenía la idea de hacer cine, pensaba filmar aunque sea en digital… Ahora, tengo ¡casi cien mil dólares!... “¡Filmemos en cine 35mm o ya pues en HD Cine Alta!”, me dice mi productor entusiasmado con la calidad… Yo que inicialmente pensaba filmar con lo que tuviera en el bolsillo (Robert Rodríguez gastó, según la leyenda, sólo siete mil dólares), me digo “para que vamos a escatimar gastos, si CONACINE me está dando la plata de la producción”… Tampoco es para gastar tanto, pero… “Bueno, ya... filmemos en HD, no HDV… HD”… Además, en el proyecto presentado pusimos que la película iba a costar cerca de trescientos cincuenta mil dólares… Eso sí, la escena con miles de extras, serán sólo con decenas y los efectos especiales serán más sencillos de los que aparecen en el guión…Los cien mil no alcanza para eso… Licencias creativas, pues…

En el mejor de los casos… terminaré la película, la editaré sin problemas (con el premio me he podido comprar una PC para editar)… Pero me doy cuenta que me he gastado los cien mil en la producción… “¡Oh no!, falta el transfer… “¿Y ahora quien podrá ayudarme?”…

En el mejor de lo casos… habrá otro concurso del CONACINE… El premio de post producción no es de 100 mil dólares… sólo es de 20 mil… Pienso: “pero si el transfer, las copias, la publicidad, es decir, toda la post producción es lo más caro…” Me parece una contradicción absoluta…

En el mejor de los casos… ganaré el premio del CONACINE… Me darán los 20 mil dólares, los cuales no me alcanzan ni para el transfer… Empiezo a frustrarme… El productor, pese a que ha cobrado, me reclama… Ahora nos damos cuenta que no debimos gastarnos los 100 mil en producción… pudimos haber hecho la película con menos…

En el mejor de los casos… conseguiremos un auspiciador… alguno que esté interesado en realzar nuestro cine… ¿existirá?, bueno esto es hipotético así que continuemos… Luego postularemos a algún concurso por el extranjero… Pediremos un préstamo… Finalmente con todo, conseguimos los 80 mil para poder terminar la película…

En el mejor de los casos… estrenaremos la película y conseguiremos una distribuidora que nos “apoye”… aunque la verdad es que al final estarán más preocupados por marketear el próximo estreno de dibujos animados de la Dreamworks…

En el mejor de los casos… la película se estrenará con una gran difusión de prensa… Todos contentos posamos para la foto… ¡Gracias CONACINE!…

En el mejor de los casos… “La Apacheta” tendrá críticas mixtas… las buenas desalentarán al público que no confía en el cine peruano, pero menos en los críticos… las malas terminarán de ahuyentar a quienes tenían alguna curiosidad… Los críticos no se casan con nadie… qué importa que sea tu primera película… si no estás a la altura de Tarkovski, Bresson, Kubrick, Fellini, Bergman… entonces eres de regular para abajo…

En el mejor de los casos… el público no le hará caso a la crítica y la película tendrá, en lo que es una gran acogida para una película con un tema como “La Apacheta”, unos 100 mil espectadores… Para nosotros es un éxito monetario, podemos pagar algunas deudas adquiridas en la post producción y ganar alguito… Tengamos en cuenta que actualmente (con la arbitraria rebaja de las entradas) una película con 100 mil espectadores deja un promedio de utilidades de 50 mil dólares más o menos… Recordemos que 100 mil vienen del CONACINE… Pero tampoco nos hemos convertido en los súper productores, cargados de billete para nuestros próximos proyectos… ¿ahora que hacemos?…

En el mejor de los casos… vamos a Festivales… ganamos premios… ¡Perú!... ¡Perú!... pero en ese momento me pongo a pensar en el próximo proyecto… Lo recaudado en taquilla no nos permite iniciarlo… Los premios tampoco… Lo que ganamos lo gastamos en los viajes a Festivales… Sí, hicimos algunos contactos, pero hasta que punto éstos aseguran tu continuidad…

En el mejor de los casos… la idea de un segundo largometraje es mejorar tu primera película… Hacer algo más personal, quizás… Está vez sí quiero mis efectos especiales y mis millares, bueno ya, centenares de extras… Pero otra vez, no me alcanza… Mi productor me dice: “Te dije que para que el cine peruano crezca primero tenemos que constituir una industria… y que para eso necesitamos historias que el público aprecie y consuma…” Le digo que tiene razón… … a mi también me gusta Star Wars, Indiana Jones, Duro de Matar, Spiderman…

En el mejor de los casos… se abrirán las inscripciones para el concurso de largometrajes de CONACINE 2009 y tengo un guión que narra el viaje de unos exploradores desde la costa hasta la selva peruana... Lindos paisajes, una historia humana sobre el amor a tu Tierra… ¡Contigo Perú!… Le digo que no se preocupe que yo me encargaré de todos los trámites… él no pierde nada… sólo pondrá el nombre de su empresa, lo que ya de por sí le da cierto prestigio, y si ganó obviamente trabajaremos juntos otra vez… Me mira extrañado, me comenta que le parece increíble volver a donde empezamos… ¿No que el premio era para apoyar y crear una industria cinematográfica peruana?... No digo nada… Además, prosigue, le parece imposible que nos premien por segundo año consecutivo… Yo le digo que tampoco hay que ser pesimistas… eso sólo se dará en el peor de los casos…

Nota del autor: Por si acaso el guión "La Apacheta" no existe... no ha sido presentado a concurso... Esta es una ficción... Cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia.

Foto 1: Plata Quemada: Algo que no queda claro es si el dinero entregado por el CONACINE sirve para ayudar a crear una industria cinematográfica o para una ayudar en excéntricas empresas personales, en la que no interesa la continuidad ni multiplicación del cine peruano. En años de historia, los fondos distribuidos siguen sin crear una industria. ¿Y si se premiara con premios de 50 mil dólares a más películas terminadas y ávidas de dinero para su post producción?

Foto 2: A filmar: Todos tienen derecho a hacer la película que les nazca o quieran plasmar en pantalla. Es deber de CONACINE saber diferenciar entre lo que ayuda al crecimiento de la industria y lo que no. Al final todos piden que confíen en sus proyectos, tal y como aparece en este jarrón con la figura de Michael Moore.

Foto 3: ¡Ganadores!: Stewie de "Family Guy" celebra el triunfo. Aclaremos. No tenemos nada contra los ganadores. Ojala rompan la regla. No sólo es estrenar sus películas si no hacerlas llegar al máximo cantidad de gente para crear la añorada continuidad.


"Para mi, el cine son cuatrocientas butacas que llenar". (Alfred Hitchcock)

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