EL ARTE DE LA MANIPULACION


Hace tiempo que por salud mental decidí no ver Magaly TV, un programa que, confieso, en algún momento me pareció divertido y hasta con cosas interesantes, pues pese a su conducción plagada de dardos venenosos y manipulación, debo reconocer que hubo un periodo en que sus textos poseían un delicioso humor (mérito del entonces guionista, hoy en Miami lejos del mundanal ruido de Lima).

Sin embargo, el miércoles pasado me topé casi por casualidad con el programa. Recién pude almorzar a eso de las 9 p.m. y prendí el televisor de la cocina en pos de compañía. Estaba la sra. Medina utilizando todo ese poder que la televisión le ha dado. El programa ha empeorado y no sólo por hacer famosa a gente intrascendente, que se vale del escándalo para hacerse famosa, sino por la mala o equívoca información que brinda. La conductora no pide ni pedirá disculpas nunca y siempre arreglará las cosas a su favor, así tenga que acudir a su abogado de cabecera, el cual obviamente le dará la razón en todo. Por algo es su abogado.

Pero más allá de ese sistemático y gratuito maleteo en el que incurre el programa desde hace varios años, hay informes y monólogos que no tienen sustento y que terminan por confundir a los televidente más desprevenidos. El miércoles fueron dos contenidos inexactos, de los cuales decido escribir porque, de una u otra forma, son cercanos a recientes experiencias de trabajo. Ambas noticias o informaciones tenían en común, la ignorancia sobre el tema tratado, la mezquindad (¿o envidia?), lo mal informada de la conductora (de repente sus reporteros y su productor no le dieron los datos adecuados) y su decisión o intención de manipular la información (de repente sus reporteros y su productor sí le dieron los datos adecuados).

Caso #1: La primera víctima fueron las populares Súper Movidas de Jeanet Barboza. Según los primeros comentarios vertidos, estos eventos habían perdido su poder de convocatoria. Ya no iba nadie. Jeanet había perdido su popularidad. Entonces se dio paso al video. Las imágenes mostraban a un mar de gente, lo que anulaba absolutamente lo dicho por la conductora. En el recinto de Ate – Vitarte no cabía un alfiler. Un lleno total, con gente esperando afuera o simplemente resignada a escuchar a los grupos fuera del local.

El retorno al estudio de TV nos mostraba a una conductora ya preparada para corregir lo dicho. Es cierto, había mucha gente, pero “según le comentaron” el público estaba aburrido. De una u otra forma, había que maletear el espectáculo.

Desde hace unos meses, mi productora se encarga de grabar y editar un reel especialmente realizado para un auspiciador de la Súper Movida. Durante este año, ya voy editando casi una decena de reels y si de algo me he percatado es del éxito de estos eventos. El último, el realizado por el aniversario de Ate – Vitarte, no fue la excepción. Tengo la grabación. Es cierto, el público no espera con la misma ansia a todos los grupos, pero afirmar que ellos se aburrieron es una ligereza. O quizás una sencilla manera de salir del paso ante una equivocación. En Ate el espectáculo empezó en la tarde, aproximadamente a la 6 p.m., y se extendió hasta las 4 a.m. Hablamos de casi diez horas de show. ¡Diez horas de lleno total! ¿Alguien podrá soportar diez horas de aburrimiento?

Al final, con Max Castro como cereza del pastel, la gente aún abarrotaba el lugar. ¿Se aburrieron? ¿Alguien en su sano juicio puede pensar que el público se quedó DIEZ horas en el espectáculo aburriéndose? Como en cualquier concierto (de rock, salsa, punk, reggae, bolero o lo que fuera) no todos los temas se corean con la misma intensidad. Hay momentos plenos de emoción y otros más bien de mesurado entusiasmo. Una vez leí una entrevista de un rockero que decía que un concierto es como una montaña rusa, con subidas y bajadas de revoluciones.

Tengo los videos, sin editar, que son la prueba que el público se divirtió. Y lo mismo ha sucedido en Trujillo, Chiclayo, Tingo María y distritos limeños como Fiori o Santa Anita. ¿Las Súper Movidas han perdido su poder? Estoy seguro que no. Primer dato inexacto.

Caso #2: Sabía poco del problema entre la sra. Medina y los chicos de “La Gran Sangre”. Haciendo zapping pude ver el final de la entrevista a Aldo Miyashiro (guionista) y Jorge Carmona (director) en “La Ventana Indiscreta”. Algo me comentó Fiore, mi esposa, de lo sucedido. Según Magaly TV, “La Gran Sangre” era una copia de una serie mexicana: “El Pantera”, en la cual trabaja la actriz peruana Vanesa Terkes. Lo de copia se decía basándose en el estilo comic de la serie (por lo cual tendríamos que descalificar a directores como Tarantino, Oliver Stone, Robert Rodríguez o Zack Snider por mencionar algunos copiones). Al parecer nadie le ha contado a la sra. que el cine siempre ha tenido, tiene y tendrá referentes. De hecho Tarantino afirma que él es un reciclador, o sea un copión absoluto de comics, del cine de artes marciales, del spaghetti western, etc. Lo mismo Sam Raimi, director del “Hombre Araña”, quien ha hecho películas como “Ola de Crímenes” y “Darkman” con clara influencia del comic y los dibujos animados. Brian De Palma es otro maestro que se ha ganado ese título copiando a Alfred Hitchcock. Incluso en “Los Intocables” copia la escena de la caída del cochecito de bebé de “El Acorazado de Potemkin”, una película muda dirigido por el ruso Serguei Eisenstein en 1925. Sí, 1925. Podríamos seguir con otros nombres, pero creo que la idea está clara.

Una carta notarial de la dupla Miyashiro y Carmona solicitaba una rectificación que obviamente, muy a su estilo, la conductora no dio. Pidió disculpas, eso sí, pero sólo por lo escrito en una página web que lleva su nombre, pero que muy convenientemente ella no revisa (algo raro ¿no?). De hecho disparó sus dardos contra esa web. Finalmente “El Pantera”, la producción mexicana, es posterior a las aventuras de Dragón, Tony Blades y Mandril. Según dijo, ella sólo dio su opinión (bastante sesgada y carente de investigación y sustento), pero acaso una “periodista” no debe informarse para informar.

Pero todo no podía quedar allí. La carta había enfurecido a la conductora. Ahora iban a saber quien era ella. Así, sacó supuestas pruebas de otros diarios y webs, escudándose en ellos y afirmando que “La Gran Sangre: La Película” no despegaba en la taquilla. Lo cómico llegó cuando empezó a dar las cifras. La ignorancia es atrevida y es lamentable que algunas publicaciones (como Terra, a la cual hizo flaco favor al mencionarla) caiga en tremendos errores. Según todos ellos, la película en cuestión sólo había hecho en su primera semana de exhibición, la pequeña cantidad de 65,000 espectadores. ¡Sí, 65,0000! Cualquiera que tenga que ver con el quehacer cinematográfico entiende lo que significa 65,000 espectadores en la primera semana de estreno. Y ojo que la cifra de la primera semana toma en cuenta (aquí y en el extranjero) sólo lo recaudado hasta el domingo, es decir, jueves, viernes, sábado y domingo. Cuatro días de exhibición. Entonces 65,000 espectadores en cuatro días. ¡Estamos frente a uno de los sucesos más importantes del cine peruano! De hecho, las cifras oficiales actualizadas anuncian que la cinta ha tenido en su primera semana completa (siete días), nada más y nada menos que 127 mil espectadores.Cifras que además vienen acompañadas de un estudio, el cual implica número de copias y tiempo de exhibición. Operaciones que no son tomadas a la ligera y que los cineastas y productores toman en cuenta para promediar sus resultados en taquilla, aquí y en cualquier parte del mundo (hay películas independientes que ganan más dinero que una superproducción debido, otra vez, al tiempo de exhibición y su costo de producción). Entonces, 65,000 espectadores en cuatro días, 127,000 en siete, es más que auspicioso aquí y en toda Latinoamérica, si no pregúntenle a cualquier cineasta chileno, colombiano o argentino. Es más, me atrevería a vaticinar que “La Gran Sangre” pasará la barrera de los 250 mil espectadores con facilidad. Un éxito para el cine peruano. Felizmente los creadores de "La Gran Sangre" han decidido tomar cartas en el asunto. En buena hora.

Conclusión: Lamentablemente el televidente cree, en su mayoría, lo que sale en este programa. La manipulación es una forma de arte y su conductora lo practica de manera formidable, aunque absolutamente negativa y destructiva. ¿Qué ocasiona con esto? Desconfianza. Espectadores, inversionistas y auspiciadores pueden creerle (de hecho sus auspiciadores deben hacerlo, si no porqué la auspician). Esto es peligroso porque repercute negativamente. Una caja de resonancia que nos salpica a muchos.

Imaginemos que alguien piensa que “La Movida” con millares de personas saltando hasta las 4 a.m. aburre, entonces ¿qué forma debería tener un espectáculo exitoso? Imaginemos que alguien piensa que “La Gran Sangre” no levanta en la taquilla a una semana de su estreno, tomando en cuenta que es una franquicia ganadora, con 65,000 espectadores, entonces ¿qué nos queda a los cineastas peruanos de cara a buscar auspiciadores o inversionistas? De una u otra manera, así el programa lo desmienta, existe una responsabilidad, que se agranda al mal informar y al manipular verdades. Así como el rating no es sinónimo de calidad, tampoco debería serlo de fragilidad informativa. La recientemente otorgada luz verde, entregada por el ANDA, es un síntoma inequívoco de que algo anda mal. Así como se habla del poder de la información, esto es un indicativo de que la desinformación, manipulación o mala información suele poseer mucho más poderío. Ojalá esto cambie algún día.

Bonus Track: Video de la Super Movida en Ate - Vitarte, donde se aprecia un público que pese al horario (cerca de las 4 am) disfruta del espectáculo. Además, un urraco del programa Magaly TV es asediado por una bailarina.



Foto 1: Arma Mortal: La mentira en televisión, un arma peligrosa que el televidente debe saber advertir y censurar.

Foto 2: Mar de Gente: el sorprendente Max Castro aviva a las masas en una reciente Súper Movida, realizada en la Explanada de Ladrillera Rex en Fiori. La fiesta se extendió hasta pasada las 4 a.m.

Foto 3: Justicieros: Aldo Miyashiro, Carlos Alcantara y Pietro Sibile protagonistas de uno de los más grandes éxitos del cine peruano de los últimos años: "La Gran Sangre". A mi modesto entender, el primer blockbuster del cine peruano.


"Para mi, el cine son cuatrocientas butacas que llenar". (Alfred Hitchcock)

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