¡SÍ SE PUEDE!

A fines del 2007, o sea hace algunas semanas, en una reunión de cineastas en la que se debatió, comentó y, porqué no decirlo, se aplaudió los logros de la actual comisión de CONACINE, uno de los momentos más candentes fue una discusión sobre el monto de los premios. Por un lado había quienes decían que con 150 mil dólares no se podía hacer una película y que el monto de CONACINE en vez de repartirlo en cuatro debería dividirse en dos. Así, con más plata, se podría trabajar al mejor vestuarista del mundo.

En el otro extremo se decía que 150 mil, teniendo en cuenta el abaratamiento de costos que brindan los equipos digitales y las nuevas tecnologías, alcanzaba para hacer una película, pagando sueldos más que dignos, eso sí, siempre de acuerdo a la realidad nuestro cine. Sobre esto un veterano cineasta mencionó que somos un cine pobre en comparación con otras cinematografías. No estamos en Hollywood, pues.

Lo singular del asunto es que el CONACINE premia a cuatro largometrajes. No es como en otros países que se premia y la plata se tiene que devolver. En nuestro caso, se regala la plata. Que uno esté de acuerdo con la forma y parámetros para elegir a los ganadores es otra cosa. Yo guardo la esperanza de que eso cambie y esta vez haya una mayor amplitud de criterios (bienvenidas las comedias, películas de horror, de karate, etc). Pero ese es otro tema.

En todo caso, pretender que el estado te de la plata de toda tu película es un poco comodón. Si tu película cuesta 350 mil dólares, como mencionaron, pues consíguete los 200 mil restantes o ponlos con trabajo, con tus equipos, manteniendo contentos a tus socios estratégicos, editando en tu computadora, consiguiendo un auspiciador. Invierte en el proyecto en el que crees tanto. De esa forma, puedes contratar a la mejor vestuarista del mundo. Al final, y es mi humilde opinión, los 150 mil son un incentivo extraordinario. ¿O no?

Y si creen que no se puede, pues vean este video. No es una película, pero es un ejemplo de las cosas que se pueden hacer, con ayuda de la computadora, talento, conocimiento, imaginación y mucha pasión y voluntad de hacer. Y en sólo cuatro días.