Sleuth
Desde el anuncio de su realización, se me hacía casi imposible realizar una segunda versión de Sleuth, la impresionante obra de Anthony Shaffer, adaptando por el ganador del premio Nobel, Harold Pinter. Debo mencionar que la primera versión, dirigida en 1972 por Joseph L. Mankiewicz y protagonizada por Laurence Olivier y Michael Caine, está entre mis 20 películas favoritas. La versión del 2007 es dirigida por un conocedor del teatro: Kenneth Brannagh, quien además de director es actor, lo que podría darle ventaja en lo que se refiere a la dirección de actores. Brannagh convoca a Jude Law para hacer el papel que interpretó Caine en 1972 y al mismísimo Caine para interpretar el personaje de Olivier.
El resultado vuelve a ser apasionante. Brannagh nos muestra esta historia de traiciones, convirtiéndonos en fisgones a través de estilizados encuadres y un especial énfasis en las cámaras de seguridad que repletan la casa del personaje de Caine.
Ambos actores están impecables en sus respectivos roles y eso permite que el macabro juego que plantea la película sea disfrutado a cabalidad. El único problema es que al conocer la trama y sus giros, pues la sorpresa se anula. Sigo prefiriendo la primera versión, sin embargo la película de Brannagh resulta bastante intensa y divertida, creando un gran espectáculo con el enfrentamiento histriónico entre Caine y Law. Grandes actores que se lucen en pantalla.
Funny Games U.S.
Funny Games U.S. también es una nueva versión. No de una obra de teatro. Menos de una serie de TV, si no de un guión original firmado por el cineasta alemán Michael Haneke. Se trata de uno de los nombres más admirados de la cinematografía actual con películas como La Profesora de Piano y Escondido, ambas estrenadas en nuestro circuito comercial. Antes de ambas, en 1997, el realizador escribió y dirigió Funny Games, una película que levantó polvareda por su extremo sadismo. Diez años después el mismo Haneke se embarca en la misión o experimento de hacer un remake de su propia película en Estados Unidos. Plano por plano.
Hace varios años, Gus Van Sant realizó una experiencia parecida, catalogada por muchos, no con poca razón, como innecesaria. Tocar un clásico como Psicosis y copiar casi plano por plano lo que la genial mente de Alfred Hitchcock había pensado fue por demás temerario, incluso para un brillante director como Van Sant.
Pese a que en el papel Haneke ha hecho lo mismo, en realidad lo que ha copiado es su propia obra. De allí la diferencia. Cada plano de Funny Games U.S. es calco de la película austriaca y quizás por eso mantiene su devastadora fuerza. Esta nueva Funny Games estremece, incomoda, cuestiona. No es un thriller convencional. Para nada. El juego que el realizador propone nos inmiscuye, nos pone en aprietos. Los jóvenes asesinos se dirigen a nosotros nos piden nuestra complicidad.
La premisa de Funny Games es sencilla, dos muchachos se introducen a la casa de una familia, mientras ésta se encuentra de vacaciones. Detrás de su inquietante amabilidad está una retorcida mente que les propone una serie de tortuosos juegos. Las actuaciones son brillantes: Naomi Watts sufre como nunca y se humilla ante los criminales con un temple como sólo una gran actriz se da el lujo de hacer. Mientras que Tim Roth deja de lado sus papeles de villano (recurrentes en el cine norteamericano) para ser sometido y derrotado, llorando y suplicando piedad. Sólo actores brillantes como ellos pueden lograr el punto perfecto para personajes tan complicados. Sin embargo, quien realmente brilla es Michael Pitt como uno de los jóvenes desadaptados. Pitt es un gran actor, pero en esta película realmente nos atemoriza. Cada mirada suya a la cámara trae detrás una complicidad que nos hace partícipe de lo que estamos viendo. Pícaramente Pitt nos pide permiso, nos cuestiona. Y nosotros seguimos viendo. Permitimos la tragedia. Al igual que el joven actor, nosotros los espectadores tenemos el control remoto (la escena es tan sorpresiva como extraordinaria), pero a diferencia de Pitt no paramos o retrocedemos. Por el contrario seguimos viendo las torturas a la que es sometida esta familia.
Funny Games U.S. podrá ser igual a la primera versión en muchos sentidos, pero no por ellos deja de tener mérito. Al contrario, es una gran película. Una de las más estremecedoras que he visto en los últimos años. Altamente recomendable.
Aquí los trailers:
Sleuth
Funny Games US
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PELÍCULAS QUE NO LLEGARON… NI LLEGARÁN (PARTE 2)
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